De la nostalgia al consumo: una lectura de 5 metros de poemas

Fotomontaje RDB -

Ensayos
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

"De alguna manera, a inicios del siglo XX peruano, el imaginario de la poética del indigenismo vanguardista2 se complacía en crear un mundo donde las ovejas pastaban junto a los rascacielos, donde las nubes eran “el escape de gas de automóviles invisibles” (Oquendo de Amat, “Film de los paisajes”), expresaba la desesperada necesidad del grupo social que lo sustentaba de afirmarse como fuerza movilizadora y portadora del progreso, todavía entendido desde un fuerte anclaje positivista. Oquendo de Amat es una figura emblemática de este sector intelectual y social."

De la nostalgia al consumo: una lectura de 5 metros de poemas

Por: Cynthia Vich

Este artículo fue publicado originalmente en la revista  Dedo Crítico, 2005

  Nostalgia consumo

Ilustraciones de Elena Tsaregradskaya (arts & vie, Voyages culturels, Paris, 2020)  (Fotomontaje RDB)

A cien años de su nacimiento, releer los poemas de Carlos Oquendo de Amat a principios del siglo XXI activa en mi mente una serie de conexiones con ciertos aspectos de la realidad actual. La juguetona sensibilidad que estructura los poemas revela, a pesar de su dimensión crítica, una intrínseca actitud optimista frente a la modernidad prometida por el modelo de desarrollo capitalista de principios del siglo XX. En 5 metros de poemas tenemos a un sujeto seducido por la oferta de futuro que presentaba la ideología capitalista de ese entonces, por la capacidad de ésta de generar la ilusión de un horizonte abierto y excitante al que se decía era fácil acceder. En aquella época, el campo cultural e ideológico peruano todavía se encontraba dominado por una oligarquía retardataria, que reafirmaba la exclusion y el privilegio de una sociedad de fuerte base colonial. Frente a esto, los deseos de cambio y de modernidad de los intelectuales representativos de la burguesía progresista peruana veían en el mundo del progreso tecnológico retratado por cierto sector del vanguardismo artístico internacional1 la posibilidad de transformar a sus sujetos en “ciudadanos universales”, en participantes activos del mundo desarrollado. Desde la periferia del establishment cultural, político y económico, esta emergente intelligentsia deseaba con vehemencia ser la agente de este cambio.

Las conexiones entre la poética de Oquendo y la realidad actual me resultan naturales al pensar que hoy en día, a pesar de las críticas desde diversos sectores, el mito del desarrollo capitalista, del libre mercado de personas, bienes y capitales continúa ejerciendo su arrollador poder de encantamiento a través de la promesa de la “globalización liberadora”. Esta no sólo reclama borrar por completo las fronteras entre lo local y lo global, sino que además dice ofrecer eficiencia, gratificación inmediata y “virtual” acceso para todos al hedonismo del consumo sin responsabilidades.

De alguna manera, a inicios del siglo XX peruano, el imaginario de la poética del indigenismo vanguardista2 se complacía en crear un mundo donde las ovejas pastaban junto a los rascacielos, donde las nubes eran “el escape de gas de automóviles invisibles” (Oquendo de Amat, “Film de los paisajes”), expresaba la desesperada necesidad del grupo social que lo sustentaba de afirmarse como fuerza movilizadora y portadora del progreso, todavía entendido desde un fuerte anclaje positivista. Oquendo de Amat es una figura emblemática de este sector intelectual y social. Tanto su padre como su abuelo pertenecían a una tradición de burguesía ilustrada y libre pensadora, de permanente activismo regional politico y periodístico. Eran lo que comúnmente se conoce como agitadores intelectuales. El autor de 5 metros.. siguió el mismo camino, asociándose desde muy joven con un sector de la intelectualidad peruana que, a partir de la influencia de la vanguardia internacional y con un claro objetivo politico regional, había decidido enfrentarse al Perú letrado tradicional. Mariátegui, Churata, Vallejo, Guillén, Hidalgo y muchos otros pertenecían a una suerte de “frente” (Lauer 2001: xxxii) que desde la alta cultura buscaba insertar la provincia rural – y su diferencia “cronológica”3 , económica, racial y cultural – en un presente vibrante, estimulante y lleno de futuro. En el imaginario del sujeto latinoamericano, la lógica de este “presente-futuro” estaba encarnada en lo que se imaginaba como la vida cotidiana en las grandes urbes del capitalismo occidental (Nueva York, Londres, París, etc).

Un componente de la agenda de la producción intelectual y artística de Oquendo de Amat, así como de la de otros a quienes se puede calificar de impulsores del indigenismo vanguardista, era su voluntad política de proponer al regionalismo como elemento vivificante, tonificador del discurso de la modernidad. De acuerdo a este proyecto estético e ideológico, de lo que se trataba era de apropiarse de la modernidad para ratificar la universalidad desde el regionalismo; para afirmar la posibilidad de ser iguales desde la diferencia (Vich 2004). Frente a la mirada exotista de los europeos hacia América Latina, lo que Lauer ha llamado la “modernidad literaria” (Lauer 2001: xxxii) del indigenismo vanguardista parecía más bien querer asaltar las bases del discurso de la modernidad desde lugares (paisajes, personajes, relaciones) que insistentemente habían sido descritos como una total negación de lo moderno (Lauer 2001: xix-xx)4.

¿Cuáles eran estos lugares? Obras como la de Oquendo redefinen radicalmente lo que en esa época caracterizaba tanto al espacio urbano cosmopolita como al rural provinciano: en 5 metros de poemas el espacio no es ninguno de ellos entendido como unidad homogénea; es más bien un espacio híbrido donde interactúan elementos comúnmente asociados a ambos mundos, y donde esta interacción parece estar guiada por una lógica de vitrina, de exhibición de objetos y relaciones para el ojo de un sujeto consumidor.

Desde el primer contacto del lector con el libro, éste se presenta como un objeto listo a ser consumido: “abra el libro como quien pela una fruta”, dice su autor. En este caso se alude a un consumo que podríamos llamar “natural” o “primario”: se trata de satisfacer las ansias de comer, una necesidad básica. Pero más adelante, las otras dos analogías que se usan para identificar al libro lo asocian a un consumo de tipo distinto, más vinculado a la lógica mercantil. Hacia la mitad del libro, la lectura de éste se presenta como un espectáculo, como un objeto de consumo cultural ofrecido para un espectador (el “intermedio” es la marca más clara de esto). Por otro lado, el mismo título del libro hace alusión a la venta de menudeo (en este caso por “metros”) y remite al lector a la imagen de un almacén, de un establecimiento comercial. Estos dos tipos de consumo de alguna manera establecen la tensión que estructura el libro, ya que lo que se va a ocurrir en los poemas es una metamorfosis de elementos que pasan de ser “naturales” o, “primarios” a ser objetos de consumo dentro de una lógica de tipo mercantil. Este proceso se da tanto en la elaboración metafórica como en la manera como la vitrina de imágenes se constituye en la estructura misma del poema.

En 5 metros de poemas se crea un mundo donde se confunden lo rural y lo urbano, o más bien, donde estas dos categorías dejan de tener sentido. Si aceptamos la distinción entre ambos espacios como una característica del mundo pre-global, lo que encontramos en los poemas de Oquendo de Amat es una particular forma de “globalización” avant la lettre. Pero más que colocar etiquetas clasificatorias, lo que me interesa es observar cómo estos poemas traducen en el uso de sus metáforas el inicio de una cultura del consumo que fascina y transforma a un sujeto que sin embargo no deja de valorar lo regional y sus elementos tradicionales, y que por lo mismo quiere darles un lugar en ese nuevo mundo al que aspira a integrarse. ¿Cómo se soluciona esta tensión? Convirtiendo la nostalgia en escaparate, haciendo de lo lejano y recordado una suerte de aparador de objetos disponibles de ser traídos e insertados, con toda naturalidad, en un nuevo contexto. La facilidad del acceso a lo añorado para satisfacer el apetito nostálgico es lo que caracteriza a este proceso como una objetualización consumista. Se trata ante todo de acceder de una manera práctica y concreta a lo que anteriormente era irrecuperable, y de disfrutar de ello y de la posibilidad de haberlo hecho presencia material: en “Aldeanita”, la suavidad de la piel de la joven pueblerina se recupera a través de su transformación en seda, la frescura de su cuerpo se transmuta en un vaso de agua, el brillo de sus ojos se convierte en dos reales.

Como ya lo he mencionado en otra ocasión, el cambio estructural que introducen poéticas como la de Oquendo de Amat radica en la nueva relación que el sujeto poético establece con el mundo que lo rodea (Vich 2004). La expresión poética de todos los elementos – naturales, personales o culturales – está mediatizada por una lógica que los ha convertido en valores de cambio. Así, la cartera se llena de estrellas y se firman cheques de cielo (“Film de los paisajes”); las sonrisas se guardan en cestas (“Obsequio”) o se imprimen en papel japón como objetos para ser vendidos o intercambiados (“Poema”). Esta comodificación integral es una suerte de metamorfosis - un cambio de esencia - que le otorga una lógica distinta, un funcionamiento nuevo a los elementos. En “Mar”, una posible interpretación del mar como fuente de encuentro con la tranquilidad, con el infinito equilibrio y la serenidad de la naturaleza, se traduce en la comodificación de éste mismo en pastillas que un doctor reparte desde su “oficina cosmopolita del bien”. El acercamiento al mundo a través de la lógica mercantil es total: en “Poema” el yo busca cortejar a la mujer diciéndole que ante su presencia “los expendedores bajan el precio de sus mercancías”. En fin, el proceso imaginario de mercantilización lo abarca todo, incluso a los poetas, que en vez de crear de manera individual y única han salido todos “de la tecla U de la Underwood” (“Réclam”).

En la poética de Oquendo, el consumo como categoría esencialmente imaginaria se relaciona naturalmente con su utilización del lenguaje publicitario. Así lo muestra el poema “Amberes”:

             Amberes
ES LA CIUDAD LIRICA                       ES LA CIUDAD ELASTICA

                                              Es la ciudad sin distancias

No es nada nuevo señalar cómo el lenguaje de la publicidad tiene la capacidad de “glamourizar” el consumo y elevarlo a un nivel simbólico cuyo propósito es satisfacer una serie de necesidades de origen fundamentalmente imaginario. De acuerdo a esto, y como lo explica Bocock, “la idea de comprar es tan importante como el acto de comprar” (1993:49). Como puede verse en poemas como “Amberes” o “New York”, desde el Perú de los años veinte y como provinciano constantemente en tránsito entre Lima y Puno, Oquendo de Amat construye un sujeto que se fascina ante la posibilidad de viajar a lugares exóticos, de vivir vidas diferentes, de reconocerse en identidades distintas. Es un sujeto que se maravilla al visualizar un fácil y libre transitar por un mundo cada vez más abarcable y moldeable gracias a los artificios de los objetos del mercado. Esta sensación de disponibilidad inmmediata de “otros mundos” correspondía en la realidad de la época al desarrollo del turismo, elemento clave del discurso de la modernización de entonces. El turismo y la publicidad comenzaban en ese momento a funcionar de acuerdo a su propia naturaleza, como empresas fundamentalmente activadoras de la imaginación, es decir, como vehículos de canalización del deseo. Como es bien sabido, lo que el lenguaje publicitario vende no es nada real, sino tan sólo el fetiche de la mercancía, el disfrute ante la posibilidad de tener, de acumular cosas que le otorgan a uno un determinado “estatus” como sujeto consumidor.

Volviendo a la transformación de la noción de distancia que estaba siendo efectuada por el discurso del turismo, la idea de un tránsito global que modifica la identidad del sujeto y del espacio en el que éste se identifica se desarrolla aún más en el poema “Amberes”. Dice el texto sobre esta “ciudad sin distancias”:

las calles son tirantes de goma

Los niños en la primaria aprenden el problema de la ubicación
y así como ponerse el sombrero
                                                         (acto mecánico)
basta con estirar una esquina
para sentirse proyectado de la escuela a la puerta de las dulcerías

Como puede verse, lo que introduce la magia de las metáforas vanguardistas es un mundo que se hace cada vez más pequeño, que no resulta nada difícil de abarcar imaginariamente. En este poema la metáfora construye una realidad deseada desde la fantasía de un niño: acortar la distancia real (“estirar una esquina”) para llegar a la dulcería, para satisfacer el deseo e ingresar fácilmente al mundo del placer, al mundo del consumo (comerse los dulces!). Toda distancia real resulta entonces relativa, modificable a través de la imaginación. Lo que apenas se vislumbraba en la realidad - generalmente extranjera, pero vista a través del cine o las revistas – no tenía problemas para desarrollarse en plena libertad en el espacio del poema (“Tocaremos un timbre / París habrá cambiado a Viena” [“Film de los Paisajes”]). Siguiendo a Lauer, resulta fácil reparar en la revuelta técnica que efectúa este tipo de poesía al funcionar como una máquina en sí misma, abriendo las posibilidades del poema tal y como las estaban abriendo las máquinas y el comercio internacional en la vida cotidiana de algunos. Y digo “algunos” porque precisamente parte de la originalidad de textos como los de 5 metros de poemas está en ser expresión de una subjetividad proveniente de ese estrato social e intelectual que mencioné anteriormente, y de su particular proyecto cultural e ideológico. El sujeto poético de los poemas de Oquendo de Amat satisface su nostalgia y su apego por la provincia andina5 dinamizándolos con el ritmo y la lógica del mercado y del espacio urbano cosmopolita. De esta forma, elementos como la aldeanita, las nubes del cielo andino, los ascensores o las cabinas de teléfono se resignifican como objetos simbólicamente asociados a la nostalgia, a las ansias de modernidad o a la reivindicación regional. En el caso de los elementos tradicionalmente asociados al espacio rural, su fetichización es la que vela su misma ausencia en el imaginario urbanizado del sujeto, es decir, su conversión en bienes de consumo se realiza como reacción a la nostalgia (“El Horizonte – que hacía tanto daño - / se exhibe / en el hotel Cry” [“Mar”]; “Desde un tranvía / el sol como un pasajero / lee la ciudad” [“Réclam”]). Por otro lado, en el caso de los elementos que hacen referencia al espacio cultural urbano occidental, de lo que se trata es de dulcificarlos transformando su esencia a partir de una subjetividad que todavía se siente en relación armónica con la naturaleza, que quiere mantener la vigencia de los sentimientos humildes, de las relaciones simples y honestas asociadas a la cotidianidad provinciana (“son ramos de flores todos los policías /…/ el tráfico / escribe / una carta de novia” [“New York”]). En ambos casos, lo interesante es la dimensión imaginaria en la que el sujeto efectúa sus metamorfosis, ya que gran parte de los elementos constitutivos de estas metáforas pertenecían a un mundo que Oquendo sólo conocía a través de su acceso a la cultura letrada y a su propio consumo del discurso de la modernidad, entendido éste como un mercado internacional de imágenes.

En los poemas de Oquendo podría entonces identificarse el carácter activador del consumo como acción cultural6, como creador de un propio sistema de signos y símbolos. Es a partir de haberse transformado en objetos de consumo cultural que los elementos del mundo creado en 5 metros… circulan y se relacionan entre sí, como en un mercado de significantes. Este mercado otorga distintos “valores” a los objetos, los clasifica de acuerdo a su valor de cambio. En el mercado vanguardista, los poemas repletos de metáforas que introducen “lo nuevo” (por ejemplo, Wall Street conviviendo con el paisaje andino) son los que más se cotizan, ya que no sólo satisfacen el impulso de la adquisición por sí misma (la acumulación de un “capital” infinito de imágenes) sino también el de la adquisición de lo distinto, de una sucesión interminable de productos “nuevos”.

Finalmente, lo que ocurre con el sujeto poético también es una metamorfosis. El consumo y la producción de un mercado de imágenes le da sentido al vagabundear del migrante andino en la ciudad, organiza su nostalgia y libera sus limitaciones culturales y territoriales. De esta manera, el sujeto es un flanneur que circula frente a escaparates que él mismo ha construído para reemplazar lo que le falta y para definirse a sí mismo de otra manera. La transformación de sus vacíos – o de sus ansias – en realidades concretas en el espacio imaginario de la creación poética satisface su necesidad de ser sujeto, le da agencia, le da poder. Esta transformación del romántico en sujeto consumista y productor de bienes de consumo le permite ante todo elegir su identidad, construirla en base a su pertenencia a una nueva comunidad con la que comparte intereses, sueños y sublimaciones. Como está ocurriendo cada vez más en nuestros días, lo que se construye es una comunidad virtual de sujetos y objetos donde lo que se comparte es la posibilidad de soñar, de superar al menos en la imaginación las limitaciones de la vida cotidiana7. Es en este estado de “globalización imaginaria” donde un sujeto híbrido como el de Carlos Oquendo de Amat se nos hace contemporáneo, confirmando su fabuloso poder de sugerencia.█

NOTAS: 

1. En el caso peruano, como en el de otros países latinoamericanos, fue el lenguaje del vanguardismo internacional el que introdujo en la esfera cultural el discurso del desarrollo capitalista a través de la fascinación por la máquina, por las grandes urbes, por el desarrollo de las comunicaciones y, especialmente, por el mundo de “glamour” y de aventuras asociado al cine.

2. El término es de Mariátegui, quién lo utilizó por primera vez en el “Intermezzo polémico” de su discusión con Sánchez sobre el tema del indigenismo recopilada en La polémica del indigenismo  (Lima: Mosca Azul, 1976). Yo lo he utilizado para definir la propuesta ideológica y estética del “Boletín Titikaka”, así como la de otros poetas e intelectuales entre los que está Oquendo de Amat (Vich 2000:52)

3. Al usar esta palabra quiero aludir a los distintos tiempos culturales simultáneos que son característicos de las sociedades latinaomericanas.

4. Esta idea es también ampliamente desarrollada por Unruh (1994), en el tercer capítulo de su libro sobre las vanguardias latinoamericanas.

5. Recordemos que hasta 1924, año en que según Ayala concluyó la escritura de 5 metros de poemas, Oquendo transitaba con frecuencia entre Lima y Puno (Ayala 1998: 125).

6. Colloredo-Mansfeld (1999) identifica así al consumo al estudiarlo como elemento catalizador de la creatividad cultural en el contexto andino. Su interpretación de los cambios ocupacionales en las comunidades rurales de los Andes desarrolla este tema a profundidad.

7. Así describe Huber (2002: 64) al chat con “ciberenamoradas” o “ciberpatas” de todas partes del mundo practicado por los jóvenes huamanguinos en los últimos años. Me resulta fácil comparar este fenómeno con la creación de esa comunidad trasnacional de intelectuales y artistas vanguardistas que se dio entre América Latina y Europa a principios del siglo XX.

BIBLIOGRAFIA

Ayala, José Luis
Carlos Oquendo de Amat. Lima, Editorial Horizonte, 1998.

Bocock, Robert
Consumption. London, New York: Routledge, 1993.

Colloredo-Mansfeld, Rudi
The Native Leisure Class: Consumption and Cultural Creativity in the Andes. Chicago, London: The University of Chicago Press, 1999.

García Canclini, Néstor
La globalización imaginada. Buenos Aires, Paidós, 1999.

Huber, Ludwig
Consumo, cultura e identidad en el mundo globalizado. Lima: IEP, 2002.

Lauer, Mirko
“Poesía vanguardista peruana 1916-1930”. Introducción a su Antología de la poesía vanguardista peruana. Lima: Ediciones El Virrey / Hueso húmero ediciones, 2001.

Oquendo de Amat, Carlos
5 metros de poemas. Lima: Minerva, 1927 [edición facsimilar: Lima, Ediciones Copé, 1980].

Unruh, Vicky
Latin American Vanguards. The Art of Contentious Encounters. Berkeley, University of California Press, 1994.

Vich, Cynthia
Indigenismo de vanguardia en el Perú. Un estudio del Boletín Titikaka. Lima: PUCP, 2000.
“Un poco de olor al paisaje: Oquendo de Amat como sujeto de la modernidad” . Intermezzo Tropical 2, (2004).

 

FUENTE: 

https://www.academia.edu/39212018/De_la_nostalgia_al_consumo_una_lectura_de_5_metros_de_poemas

 

 

BLOG COMMENTS POWERED BY DISQUS
¡Bienvenido! Inscríbete por email a nuestro servicio de suscripción de correo electrónico gratuito para recibir notificaciones de noticias, novedades y eventos.