Carlos Oquendo de Amat poeta surrealista, genio de las imágenes provocadoras, de las intenciones y el surrealismo que se funde entre lo moderno y la fascinación por el cambio, en su única obra 5 metros de poemas, se convierte en la primera expresión del vanguardismo peruano.
Carlos Oquendo de Amat en su única obra “5 metros de poemas”, se convierte en la primera expresión del vanguardismo peruano. 5 metros de poemas es una obra compuesta por una especie de acordeón de una sola hoja, la innovación se hace presente desde el concepto mismo del libro. Un poeta surrealista, genio de las imágenes provocadoras, de las intenciones y el surrealismo que se funde entre lo moderno y la cautivación por el cambio.
“5 metros de poemas” es la obra más representativa del Vanguardismo en el Perú. Constituye además, la única publicación de un poeta que murió joven, entregado a la inspiración, la creatividad y la vivacidad de los hombres geniales.
Su única publicación se conforma de 18 poemas, todos ellos en un libro editado en forma de acordeón, es el resultado de las primeras expresiones de la influencia vanguardista de ese tiempo. Era el año 1928 cuando la Editorial Minerva publicó la primera edición de los “5 metros de poemas”. Se convirtió en poco tiempo, en el primer intento de renovación poética, luego le seguirían poetas conocidos como Juan Parra del Riego, Alberto Hidalgo y el memorable César Vallejo.
Carlos Oquendo de Amat nació en Puno, Perú, un mes de febrero de 1906 y fue gracias a sus padres que recibió una educación privilegiada para el lugar donde vivió. Lamentablemente no tuvo mucho tiempo para vivir, pues falleció apenas a los 30 años en Navacerrada, España. Aunque careció de dinero y comodidades gran parte de su vida, se acompañó desde muy joven de una visión distinta y renovadora de la poesía.
El libro en sí forma parte de un estilo cinematográfico, es como una gran película que va generándose a través de cada uno de los 18 poemas que lo componen. Con una visión estética muy marcada, se compone cada poema en la genialidad y la innovación, no solamente por la nueva utilización que Carlos Oquendo le da a las palabras, sino que además, por la estructura y organización misma del texto sobre el papel.
Oquendo de Amat se propone sin esfuerzo ser original en cada poema, y lo logra con creces, poseedor de una capacidad envidiable para generar imágenes en cada verso, es casi un mago de la frase y conciente de ello, su pasión poética es transmitida con una lucidez cautivadora para un autor que apenas cruzaba los 20 abriles cuando terminó de escribir el poemario completo.
Carátula original de 5 metros de poemas.
“Cambiaria un tapiz antiguo, que trae una cesta de sonrisas…”, es el inicio de uno de sus mejores versos, poema titulado como “Obsequio”, se convierte en una perfecta alusión a las imágenes surrealistas y plásticas que espera crear en el lector. Sus versos son una contribución al juego poético, al coqueteo de la palabra y su significado. Es cada verso, un reto a la imaginación.
En el poemario, el lenguaje es clandestino y se vale de la actualidad para componerse, utilizando accesorios y lugares comunes de la vida diaria, como los trenes, las sombrillas, los mostradores y los transatlánticos. El uso de palabras pocas veces poéticas se convierte en una innovación no solo del lenguaje, sino de la composición misma de los significados y por tanto, de la poderosa capacidad de componer imágenes.
El poeta representa la inquietud de su tiempo, una necesidad y búsqueda por el cambio, en un momento en que la dictadura del presidente Augusto B. Leguía se encontraba en ebullición. Una casta limeña que entraba en cambios económicos y sociales, con la influencia de nuevos pensamientos como el dadaísmo y el surrealismo europeo. Carlos Oquendo parece jugar con todo esto y plasmarlo de una manera poco tradicional.
Cargado de influencias como Tzára, Eluard, Bretón, Rimbaud y Mallarmé, entre sus principales inspiraciones, Carlos Oquendo de Amat se impregna también del gesto innovador de Cesar Vallejo y José María Eguren. Según los estudiosos, el estilo y las características que Oquendo muestra en su única obra, son difícilmente clasificables en un determinado género, y es que Oquendo anuncia ya su versatilidad desde el titulo mismo de su obra: indefinible.
Los poemas también son parte de una fascinación y asombro por el brusco cambio de lo tradicional, de esa intempestiva transición hacia lo moderno, y es entonces que dedica versos a los transatlánticos, a los automóviles y alas mercancías. Una visión bastante surrealista de la ciudad, que se compensa con los versos de amor, con el juego natural de los objetos que adquieren cualidades sencillas y relativas al sentimiento llamado amor.
“Y mi corazón, un botón más de mi camisa de fuerza, Pero hoy que mis ojos visten pantalones largos, veo a la calle que está mendiga de pasos”, es el verso del “Poema del Manicomio” y resulta sencillo interpretar las curiosas visiones que el autor capta de la realidad. Otro punto admirable es la relativa naturalidad con las que palabras sacadas de su contexto se acostumbran cómodamente a estas imágenes surrealistas que deforman la realidad como los espejos.
“El paisaje salía de tu voz y las nubes dormían en las yemas de tus dedos”, es un verso que corresponde al poema titulado “Campo”, y configura una preferencia por la naturaleza, por los lugares abiertos como jardines, praderas, también por flores y referencias a ciclos naturales como la lluvia, la siembra y los árboles. Casi como una contraposición a esa modernidad que muestra con la utilización de objetos creados por el hombre.
Carlos Oquendo de Amat demostró en su única publicación, ser una mente brillante, un trasgresor de lo tradicional, un revolucionario del lenguaje y de la poesía. Lamentablemente la muerte lo encontró de forma prematura, murió muy joven y vio truncada su prometedora evolución literaria. Un poeta que jugó a innovar y que sorprende desde el primer verso al ser leído.
La generosidad de su obra consiste en la versatilidad de imágenes y creaciones abstractas que sus poemas son capaces de crear en el lector, difícilmente le será imposible recrear cada verso que lee. Entre imágenes coloridas, románticas, naturales, y a la vez modernas; el poemario se presta idealmente para simular una especie de película en la que se va corriendo de escena en escena mientras la poesía fluye con la misma naturalidad de un arroyo en pendiente.
“5 metros de poemas” se convierte en una pieza imprescindible para la lectura, un poemario que debe leerse no solo con la vista, sino que además debe registrarse en la amplitud de los sentidos, y dejarse atrapar por las visiones que hace casi cien años, acompañaron al autor a crear una de las obras más importantes de la literatura peruana y la pieza más representativa del Vanguardismo limeño.
Créditos:
Red Logia 03 OCT 08
FUENTE: http://arealibros.republica.com/autores/5-metros-de-poemas-y-una-obra-de-genialidad.html Copiado el 13/11/16