"Durante cuarenta años su obra fue ninguneada por estudiosos como Sánchez y otros. Tres factores cambiaron esa realidad: Ginsberg, Vargas Llosa, y humildemente este servidor, con una tesis universitaria a fines de los sesenta" (Omar Aramayo).
Carlos Oquendo de Amat (Puno 1906-Guadarrama 1936)
Hace cincuenta años pocos eran los que sabían de su existencia y de su libro-artefacto, durante cuarenta años su obra fue ninguneada por estudiosos como Sánchez y otros que fungían de Sánchez. Tres factores cambiaron esa realidad: Ginsberg, Vargas Llosa, y humildemente este servidor, con una tesis universitaria a fines de los sesenta, en la universidad nacional San Agustín de Arequipa. Mis jurados no tenían la menor idea de quién era Oquedo; se opusieron con alma, corazón, y vida.
Tuve la suerte de encontrar el ejemplar en la Biblioteca Nacional, y con ayuda de Mercedes Delgado Castro lo copiamos a mano. La fotocopia entonces era onerosa para un estudiante. Ahora existen más de veinte ediciones, algunas excelentes, como la que hizo Rosa Núñez y Julita Barreda, en Arequipa, la mejor de todas; y varias traducciones, como la que hizo Ricardo Badini al italiano, pero también al inglés y a otros idiomas.
Tengo la mayor parte de las foto originales que ahora se distribuyen por internet, supongo que jamás nadie va a citar la fuente.
Saludo a las actividades que se realizarán a fines de noviembre en Puno, organizadas por la Facultad de Educación, de la Universidad Nacional del Altiplano, con concurrencia de escritores de todo el país. Probablemente asista.